Los primeros días de dar el pecho, por lo general, no suelen ser fáciles. Da igual que seas madre primeriza o no. Cada bebé, y cada lactancia, pueden ser completamente distintas y/o vivirse de una manera diferente. Durante los primeros días / semanas tras el parto, pueden surgir dudas, problemas y complicaciones respecto a la lactancia que sino son resueltas de forma eficaz a tiempo, suelen derivar en el abandono y el destete precoz del recién nacido. Entre las causas más comunes, podemos encontrar el dolor durante el amamantamiento y la aparición de grietas en el pezón.
Las grietas en los pezones son pequeñas heridas que suelen aparecer alrededor de la punta del pezón. Estas heridas pueden ir desde puntos en el tejido del pezón a pequeñas rajitas (grietas) de varios milímetros en los que se aprecia una solución de continuidad normal de la piel. Las grietas, como heridas que son, producen una sensación de dolor intenso (sobretodo al colocar al bebé en el pecho) y pueden ir acompañadas de pequeñas pérdidas de sangre. Una buena valoración del problema y una corrección de los aspectos causales, suelen ser suficientes para tratarlas y que cicatricen en poco tiempo. A continuación, os explicamos porqué se producen, como prevenirlas y cómo deben tratarse.
¿Por qué se producen las grietas en el pezón?
Aunque existen más factores, el principal motivo de aparición de las grietas no es más que la agresión reiterada del tejido del pezón por una succión incorrecta y/o por una mala posición del bebé al pecho. En el 90% de lo casos, con pequeñas correcciones en la técnica de cómo dar el pecho, es más que suficiente para solucionar el problema sin embargo, en otros casos, las grietas son tan importantes que necesitarán algunas otras medidas.
Durante la succión, sobretodo al principio de lactancia que los pezones se encuentran más sensibles, es normal notar cierto grado de molestia pero ese dolor se debe ir mejorando conforme avanza la toma. Con el paso de los días, si la técnica es la adecuada, esa sensación de dolor irá desapareciendo haciendo que las tomas sean indoloras. Cuando el dolor es constante pese al paso de los días, podemos estar ante la agresión del tejido del pezón, que en un 26% de los casos va a producir la aparición de las temidas grietas.
Algunos de los problemas más comunes que van a ir originando una mayor fricción en el pezón suelen ser:
- una mala postura del bebé: por ejemplo el que no se encuentre bien alineado con el pecho, que el recién nacido esté muy separado del cuerpo de la madre o que la cabeza se encuentre muy flexionanda
- el bebé no abre bien la boca y sólo agarra el pezón durante la toma: si el bebé no alcanza parte del tejido de la areola y no realiza un vacío de forma adecuada, la succión no va a producirse de forma adecuada. Esto lo observamos por ejemplo cuando vemos que el bebé solo agarra el pezón o la punta del mismo, cuando se observa que los labios del bebé no se encuentran hacia fuera, cuando se observa que al bebé se le hunden los carillos al succionar (como si estuviera chupando de una pajita) o cuando se escucha ruido al chupar.
- Cuando se retira el pecho al bebé durante la toma antes de que finalice y se estira del pecho en vez de romper el vacío para que lo suelte.
Otros factores relacionados con la aparición de las grietas en el pezón
Pese a que en la mayoría de los casos se van a deber siempre a una mala posición al pecho, existen otros factores, menos frecuentes, pero que también deben ser valorados como por ejemplo la presencia de un frenillo corto bajo la lengua, que hace que ésta se encuentre más retraída de lo normal o la malformación congénita del tamaño/posición de la mandíbula (micrognatia).
Los bebés con un frenillo corto (lo que se conoce como anquiloglosia) someten al pezón a una mayor fricción y compresión. Esto en la mayoría de los casos no solo lesiona el tejido sino que además, producirá un vaciamiento inadecuado del pecho, con lo que esto conlleva.
Otros factores que se ha atribuido a la formación de grietas pueden ser:
- sobre infecciones por bacterias y hongos: según diversos estudios, la infección del tejido mamario puede favorecer la aparición de grietas.
- la duración de las tomas. Este factor no es erróneo pues diversas investigaciones corroboran a que limitar el tiempo de la toma no previene la aparición de las mismas y además, puede tener un efecto perjudicial sobre la alimentación del bebé y sobre la continuidad de la lactancia en general. Si un recién nacido succiona bien el pecho, da igual que esté 10 minutos como que esté dos horas al pecho mientras que si la succión o la posición es incorrecta, con tan solo unos minutos por toma puede ser más que suficiente para lesionar el pezón.
- la presencia de problemas dermatológicos y/o inflamatorios (dermatitis, eczema, etc.)
- problemas circulatorios (síndrome de Raynaud) que hacen que la circulación no sea adecuada en el tejido
¿Cómo puedo prevenir las grietas en el pezón?
Sabiendo cuales son los principales factores que favorecen su aparición, podemos deducir fácilmente cómo prevenirlas.
- Coloca adecuadamente el bebe al pecho. A la hora de poner al bebé a mamar, fíjate en detalles como la postura del bebé (la barriga del bebé esté en contacto con tu barriga) que la cabeza esté de frente, ligeramente extendida y a la altura del pezón, con la nariz apuntando hacia el mismo, aprovecha cuando tenga la boca bien abierta para que el bebé agarre una buena porción de pezón y areola, observa que durante la succión, el movimiento de la mandíbula sea como si masticara más que como si estuviera chupando.
- Si tienes que retirar al bebé del pecho mientras succiona, romper el vacío que ha realizado introduciendo el dedo meñique por la comisura del labio del bebe y evitar así dañar el tejido durante la retirada.
- Mantén los pezones secos e hidratados. Los cuidados del pecho son muy importantes durante el periodo de lactancia y la humedad favorece el que el tejido pueda macerarse y lesionarse fácilmente. Para ello asegúrate de cambiar los discos absorbentes con regularidad ya que los discos húmedos pueden irritar la piel de los pezones. Evita lavar el pezón antes y después de las tomas de forma regular.
- Evita el uso de cremas, jabones a la hora de lavarte el pecho ya que puede favorecer la irritación y el agrietamiento del tejido.
- Usa sujetadores y/o ropa interior de algodón ya que favorece la transpiración más que otros tejidos.
- Ante la duda o la presencia de molestias que no ceden, consúltalo con tu matrona. El o ella te podrán observar mientras das el pecho para valorar y recomendarte posibles cambios en la técnica.
Ya tengo grietas en el pezón… ¿qué puedo hacer para que se curen?
- Si tenemos grietas en uno o ambos pechos lo primero que debes hacer es acudir a un matrón/a que os valore de forma adecuada. Una vez se evalúe al bebé y observe cómo son las tomas y los tipos de lesión en el pecho, te podrá asesorar sobre cómo debes colocar el bebé al pecho de forma adecuada.
- La presencia de las grietas puede ser muy dolorosa así que intenta comenzar la toma siempre por el pecho «sano» o si existen en ambos, por el menos afectado/dolorido.
- Cuando no existan evidencias que sugieran una infección, emplea una gotas de tu propia leche o calostro. Al acabar la toma, extrae unas gotas y extiéndelas directamente sobre la herida. Se ha demostrado científicamente que la leche materna contiene inmunoglobulinas y factores de crecimiento epitelial, que favorecen la reparación del tejido dañado, haciendo que sus propiedades sean muy superiores a otros tratamientos como las pomadas de lanolina, el aloe vera o el mantener el pecho sin nada.
- Intenta dejar el pecho al aire todo lo posible.
- Si las grietas sangran y se quedan adheridas a los parches, el retirarlos puede suponer molestias y hacer que se reabran. Si este es el caso, puedes utilizar conchas protectoras que actúan de protección para el pezón a la vez que favorecen su ventilación.
- Cuando las grietas hacen insoportable la toma del bebé en un pecho, prueba a ofrecer el pecho contrario y extrae la leche del pecho afectado con un sacaleches. La succión del sacaleches es efectiva y siempre va a ser menor que la que produce el bebé, con lo que podemos dejar que éste cicatrice y mejore un poco antes de continuar lactando de ese pecho.
- Toma un analgésico común compatible con la lactancia como el paracetamol o el ibuprofeno para disminuir las molestias (a ser posible, un rato antes de las tomas).
- Evita el uso de pezoneras. Las pezoneras no están indicadas para corregir las grietas causadas por una mala técnica. Están puede resultar como una solución buena a corto plazo pero no a largo plazo. Si se empiezan a usar, busca el apoyo adecuado para comprobar que la técnica es la adecuada.
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