Existen algunos signos de alarma en el recién nacido que ante su presencia, deben llamar nuestra atención de inmediato. Aunque los recién nacidos no son tan frágiles como parecen, sí son más vulnerables que a otras edades, porque las enfermedades pueden progresar de forma más rápida. Como padres, pasáis la mayor parte del tiempo con vuestro bebé por lo que es de vital importancia que aprendáis que signos, síntomas o manifestaciones pueden sugerir que no se encuentra bien.
A continuación os resumimos los signos de alarma más frecuentes e importantes en el recién nacido. En el caso de que observéis alguno o varios de ellos, no dudéis en consultarlo con vuestro pediatra o matrona de inmediato.
Principales síntomas y signos de alarma en el recién nacido
Bebé muy adormilado, letárgico, flácido
Cuando observamos que el bebé se encuentra con muy poco tono muscular, tiene un llanto muy débil o se encuentra muy adormilado (que incluso no se despierta para sus tomas, apenas se mueve o se mueve mucho menos de lo habitual), debemos consultar con el especialista. Las causas pueden ser muy variadas pero de cualquier forma, no es un comportamiento normal en un recién nacido y podría ser la expresión de alguna enfermedad grave.
Temperatura corporal del bebé menor de 36ºC o mayor de 38ºC
Cuando la temperatura corporal del bebé está por debajo de 36ºC (piel fría) o por encima de 38ºC (fiebre), sobre todo si se acompaña de otros síntomas debemos consultar con el especialista para valorar las posibles causas detrás de estas alteraciones en la temperatura.
Alteraciones en la respiración /dificultad para respirar
Los recién nacidos presentan un ritmo para respirar más rápido e irregular que el de los adultos. Si observamos cómo es el patrón respiratorio de los bebés veremos cómo, por momentos, parece que respiran a un ritmo muy rápido y a ratos éste se enlentece, incluso haciendo pausas de varios segundos de duración sin respirar (lo que se llaman apneas). Este patrón es normal durante los primeros meses de vida, sin embargo, si observamos que el ritmo de la respiración es muy elevado (60 respiraciones por minuto o más) durante un periodo más o menos mantenido y/o que se presentan otros signos como una coloración de la piel en el bebé es azulada en zonas como la lengua o el tronco, o que presenta ruidos al respirar o un quejido constante, se deberá consultar con el especialista con urgencia. Igualmente, si las pausas sin respirar o apneas fueran largas (más de 20 segundos), no se considera normal e igualmente debe consultarse con urgencia con el especialista.
Convulsiones
Las convulsiones son una manifestación que requiere la atención inmediata. No debemos confundir los temblores originados por una convulsión de los temblores de brazos y piernas y los sobresaltos que presentan los bebés cuando están despiertos y dormidos. Si observamos que estos temblores son más severos, no cesan al estimular al bebé (tocarlo, cogerlo), presentan la mirada fija e inmóvil, se deberá consultar con el pediatra de forma inmediata.
Color de la piel anormal
El color de la piel y de las mucosas es un claro indicador del bienestar del recién nacido. Cuando observamos alteraciones en la coloración, debemos sospechar la presencia de algún problema. Dependiendo de la coloración, el problema puede ser más urgente o menor pero lo que sí que está claro es que va a estar fuera de lo normal y por ello precisará que el bebé sea valorado por un especialista. Entre las alteraciones podemos observar:
- Piel azulada/morada (cianosis). En los recién nacidos es normal observar como hay zonas del cuerpo como las manos o los pies, que presentan cierto grado de cianosis. Este hecho no es patológico sin embargo es importante saber diferenciar cuando este signo no es normal. Por lo general, la cianosis debe preocuparnos si se observa en zonas como el interior de la boca y la lengua. Esto se produce por la falta de oxigenación y las causas pueden ser muy variadas, pudiendo ir desde la hipotermia a la presencia de defectos cardíacos o problemas respiratorios.
- Piel amarillenta (ictericia). La ictericia se denomina a la coloración amarillenta de piel y mucosas por acumulación de una sustancia denominada bilirrubina. Aunque aproximadamente un 60% de los recién nacidos van a presentar lo que se denomina una ictericia fisiológica en la primera semana de vida, esa ictericia suele ser de carácter leve y remite de forma espontánea en unos días. Por el contrario, si la aparición de la coloración es muy exacerbada y brusca, se produce en las primeras 24 horas de vida del bebé o se acompaña de orina muy oscura y deposiciones blanquecinas, se debe consultar lo antes posible.
- Piel muy pálida o grisácea, podría indicarnos que el bebé se encuentra muy frío (debido a la vasoconstricción) o podría ser la manifestación de algún problema que está comprometiendo su estado de salud, como por ejemplo una anemia severa.
Signos de infección en la zona del cordón umbilical
El cordón es una puerta de entrada de infecciones al cuerpo. Estas infecciones, aunque son muy poco frecuentes en los países desarrollados si se realizan unos cuidados adecuados del cordón umbilical; la mayoría de las veces, las infecciones suelen ser locales (lo que se denomina onfalitis), aunque si se generaliza podría convertirse en un cuadro de sepsis grave para el bebé. Entre los signos más relevantes que nos hacen sospechar la presencia de una infección en el cordón están:
- enrojecimiento y la inflamación de la piel alrededor del cordón
- las secreciones de pus o sangre
- el mal olor
- Fiebre
Come menos de lo habitual, rechaza el alimento constantemente
El apetito del bebé puede variar de un día para otro, pero cuando tiene, suele comer con energía. Si observamos que el bebé succiona más lentamente de lo normal o no lacta apenas, no tolera bien el alimento o rechaza sistemáticamente el alimento puede que esté enfermando por tanto, debéis observarlo y consultar con el especialista.
Estreñimiento severo
La frecuencia normal de hacer caca en un recién nacido varía según la edad y el tipo de alimentación que está tomando. En líneas generales los bebés que toman leche materna suelen presentar menos problemas de estreñimiento que los alimentados con formula artificial. En bebé de 0 – 4 años se considera que si hace dos o menos deposiciones a la semana y observamos que la defecación es dolorosa o difícil, debemos consultarlo con el especialista.
Diarrea
Cuando el bebé toma el pecho las deposiciones suelen ser más blandas y líquidas de lo normal sin embargo, si observamos que empiezan a ser más acuosas, más frecuentes y/o acompañadas de moco o sangre, se considera diarrea.
No orina u orina muy poco
El 90% de los bebés normales van a orinar en las primeras 24 horas de vida y, un 99% en los primeros 2 días. Es cierto que en los recién nacidos a veces es difícil identificar si han orinado o no por la escasa cantidad y las características de la orina así como porque es difícil detectarla una vez se ha absorbido en los pañales. Ante la duda debemos prestar atención si el bebé está orinando o no.
Vómitos
Aunque hasta los seis primeros meses de vida es habitual que los recién nacidos regurgiten con frecuencia parte del contenido gástrico tras las tomas, no es lo mismo regurgitar que vomitar. El vómito suele ser más violento, se acompaña de arcadas o esfuerzos y por lo general se expulsa mayor cantidad de comida al exterior. Si observas que el bebé vomita de forma continuada, debes observar las características del vómito (si es comida sin digerir, si el contenido es verdoso o bilioso, etc.). Si los vómitos son constantes y/o están asociados a otros síntomas como, por ejemplo, el vientre hundido o en distensión, la pérdida de peso, signos de deshidratación, etc. deberás consultar con el pediatra lo antes posible. Ten en cuenta que un recién nacido con vómitos constantes corre el riesgo de deshidratarse rápidamente.
Llanto inconsolable, malestar general
La irritabilidad excesiva y el llanto inconsolable que no están asociados a causas banales como a hambre, sueño, pañal sucio, etc., deben ponernos en alerta sobre posibles problemas de salud en el bebé. Uno de los cuadros más frecuentes de llanto inconsolable en el bebé es lo que se conocen como cólicos del lactante pero no debemos confundirlo con otros problemas por tanto, ante la duda conviene consultar.
Estos no son los únicos signos de alarma que pueden presentarse en nuestro bebé pero sí son los más frecuentes. Aunque como padres sabemos cuando sospechamos que nuestro bebé no está del todo bien, ante la duda, no dudéis en acudir a vuestro especialista para aclarar vuestras dudas.
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