El cólico del lactante es un cuadro frecuente en las primeras semanas de vida, causando gran preocupación y agotamiento familiar. En la actualidad representa una de las consultas médicas más habituales en los hospitales aunque se estima que sólo entre el 8 y el 30% de los bebés verdaderamente lo padecen. Pese a años de investigación, no se conocen claramente qué los producen ni cómo tratarlos adecuadamente. A continuación os ayudaremos a entender que son verdaderamente los cólicos del recién nacido, como diferenciarlos y os proponemos 10 soluciones efectivas para manejar los cólicos del lactante.
¿Qué es verdaderamente el cólico del lactante?
El cólico del lactante consiste en la aparición de un llanto inconsolable, irritable en lactantes de entre 2 – 3 semanas de vida y los 3 – 4 meses de edad que suele tener un inicio y un final “claro” y sin ninguna relación con lo que el niño estaba haciendo previamente. Cualitativamente suele ser un llanto más intenso y con un tono más alto de lo normal y en ocasiones puede acompañarse de enrojecimiento de la cara, endurecimiento de la barriga y la salida de gases. Se define clásicamente por la regla “de los tres” de Wessel:
- es un llanto que dura al menos tres horas al día
- durante más de tres días a la semana
- y que persiste durante más de tres semanas
La máxima incidencia se encuentra hacia las 6 semanas de vida, pero es un cuadro autolimitado, es decir, con fecha de caducidad a los 3- 4 meses de edad. Hay que tener en cuenta que el cólico del lactante es de carácter benigno, se da en niños sanos, con ganancia de peso normal y hábitos intestinales normales. No se han descrito asociaciones entre edad gestacional del niño, sexo, raza o tipo de alimentación, sin embargo si se han descrito relaciones con el estrés familiar y la insatisfacción familiar.
¿Qué produce el cólico en el recién nacido?
En los últimos 40 años, se han realizado multitud de estudios tratando de relacionar el cólico con factores causantes o predisponentes. Existen muchas teorías al respecto: algunos la achacan a la inmadurez neurológica y del tracto digestivo del bebé, otros a la alimentación o componentes en la alimentación, mientras otros opinan que se debe a una falta de interacción del bebé con los padres. Podría ser la combinación de todas ellas, pero ninguna de ellas ha demostrado validez suficiente. Es por ello por lo que todavía a día de hoy no se conoce exactamente su causa. A continuación os exponemos algunas de las causas más estudiadas:
- La alimentación de la madres: una de las principales causas investigadas es la asociación entre las proteínas de la leche de vaca y la aparición del cólico en bebes amamantados. Esta relación es todavía bastante controvertida porque aunque no se ha podido demostrar científicamente que sea una causa, el hecho de sustituir la leche de vaca por otros derivados como la de soja o los hidrolizados (que son leches preparadas sin estas proteínas) o el que la madre realice una dieta hipoalergénica han demostrado la mejora en los síntomas del cólico.
- Intolerancia a la lactosa o azúcares: actualmente no se ha demostrado relación alguna.
- Inmadurez intestinal: siempre se ha creído que la inmadurez del intestino de los bebes podía tener un papel en la aparición de los cólicos. Al no absorberse determinadas sustancias, las bacterias intestinales producían más gases y esos gases eran los causantes de la distensión y del dolor que producía el cólico. En la actualidad se ha comprobado que esto no es así y por tanto también se descartado esta teoría.
- Modo de alimentación del bebe: tanto la sobrealimentación como la falta de alimento se creían posibles causas del cólico pero no se han demostrado como causas claras.
- Tabaquismo materno: la madres que han sido fumadoras durante el embarazo han demostrado tener un mayor porcentaje de niños con cólicos, sin embargo las que dejaron de fumar al nacimiento del bebe, redujeron considerablemente la incidencia.
- Comportamiento del recién nacido: los niños más tranquilos que se desarrollan en un ambiente saludable tendrán un efecto “protector” para el cólico. La presencia de estímulos externos como el estrés familiar, la irritabilidad de los padres ante el cólico, la depresión postparto y las malas relaciones en el núcleo familiar han demostrado potencian el cólico. Se ha demostrado científicamente que cuando los padres modifican su comportamiento antes la presencia del cólico mediante asesoramiento, el llanto disminuía considerablemente.
¿Cómo se diagnostica el cólico del lactante?
El diagnóstico es realizado por los especialistas en base a los síntomas y al comportamiento del recién nacido ya que no existen pruebas analíticas ni estudios complementarios que nos puedan dar a día de hoy el diagnóstico del cólico del lactante. Algunos detalles que podéis observar para informar a vuestro especialista y así ayudar a determinar el diagnóstico pueden ser:
- ¿cuándo y cómo se produce el llanto?
- ¿desde cuándo tiene los cólicos?
- ¿qué hacéis cuando llora?¿coge al bebé cuando llora?
- ¿cómo se alimenta el bebé?
- ¿cómo os afecta el llanto del bebé?
Ante la duda recordad siempre que el bebé deber ser evaluado por un especialista.
10 soluciones efectivas para manejar el cólico del lactante
A pesar de que existen multitud de trabajos e investigaciones científicas sobre la mejor forma de tratar los cólicos del lactante, no existen medidas claras en su tratamiento. A continuación os proponemos 10 soluciones efectivas para el manejo del cólico:
- Lo más importante es mantener la calma y no olvidar de que se trata ante todo de un cuadro benigno y normal que se da en un alto porcentaje de niños sanos. El cólico del lactante no se debe a ninguna enfermedad ni intervención que hayáis hecho mal en los primeros días de vida por tanto, no os culpéis. Se trata de un cuadro con fecha de caducidad, que antes o después se resolverá por completo sin ningún tipo de ayuda. Rara vez los cólicos sobrepasan los 3 – 4 meses de edad.
- Ambos padres deben interactuar con el bebé transmitiéndoles tranquilidad y seguridad, cogiéndoles, prestándole apoyo (caricias, masajes, movimientos rítmicos suaves, contacto piel con piel, canciones de cuna, etc.). En la mayoría de los casos, los llantos comienzan en la tarde-noche, y muchos padres refieren estados de agotamiento por no poder descansar apropiadamente como consecuencias de los llantos continuos del bebé.
- Organización familiar: Cuando los cólicos persisten, se recomienda que la familia se turne en su cuidado y se organice para conseguir un adecuado descanso, ya que el cansancio acumulado por los cuidadores puede pasar factura y desencadenar problemas de convivencia.
- Mantener un ambiente tranquilo en las horas de aparición. Aunque no se ha demostrado directamente, un ambiente con luz tenue y baja en ruidos ayudará a preservar un entorno de tranquilidad para el bebe.
- Fármacos: ni fármacos ni los preparados farmacológicos han demostrado ser verdaderamente eficaces en tratamiento de los cólicos del lactante. En la mayoría de los casos lo único que ha demostrado es tranquilidad a la familia, por asimilar que le están administrando algo para ayudarles. Sin embargo y pese a que en el mercado existen multitud de preparados farmacológicos, el empleo de algunos fármacos no sólo no curan los cólicos sino que incluso en bajas proporciones algunos han descrito efectos secundarios graves como apneas y convulsiones en el recién nacidos.
- Medidas como la posición del bebé (colocarlo erguido o boca a abajo), el enriquecimiento de la dieta con fibra, el uso del chupete, los paseos en carrito o la relajación mediante natación infantil, tampoco han demostrado tener suficiente eficacia para la mejora de los cuadros de cólico. El masaje infantil puede resultar beneficioso ya que además de calmar al bebé, aumenta el contacto padres-hijo.
- Modificaciones alimenticias: En bebés alimentados con leche materna, el uso de una dieta estrictamente libre en derivados de la leche de vaca ha demostrado una mejoría de la gravedad del cuadro en un 25% de los casos. Del mismo modo, las dietas anti alergénicas (libres de agentes especialmente alergénicos como las nueces, los huevos, las fresas, etc.) pueden ser beneficiosas. Los niños que están alimentados con fórmula artificial han demostrado igualmente reducir la gravedad de los cólicos mediante el uso de leches hidrolizadas o fórmulas con soja (estas últimas a partir de los 6 meses de vida). Siempre se deberá consultar antes con el especialista y hay que tener claro que estas medidas no curan el cuadro, aunque podrían ayudar a mejorarlo.
- Extractos de hierbas: el uso de infusiones y preparados a base de manzanillas, verbena, regaliz, hinojo y/o melisa están demostrando una reducción de la gravedad del cólico en hasta un 35% sin que de momento hayan demostrado efectos indeseables.
- Si sois fumadores, considerad dejar de fumar por el bien de vuestro hijo/a. Recordad que no sólo afecta al cólico del lactante sino a vuestra salud y a su salud en general. Consulta nuestra guía para dejar de fumar en el embarazo.
- Otras medidas: la homeopatía, el uso de probióticos, la manipulación espinal, la osteopatía craneal y la quiropraxia podrían ser beneficiosas pero todavía se necesitan evidencias científicas sólidas que las apoyen como tratamientos específicos del cólico del lactante.
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