El postparto se considera una de las etapas de mayor riesgo para la aparición de trastornos del estado de ánimo en la mujer. Entre los más comunes, se encuentra la tristeza postparto (o baby blues) y la depresión postparto. Qué es, por qué se produce, cómo se diagnostica, qué consecuencias puede tener, cómo se trata… Si buscas respuesta a todas estas preguntas, te aconsejamos que leas atentamente a continuación.
¿Qué es la depresión postparto?
La depresión postparto (o depresión postnatal) es una complicación grave que aparece en las madres entre las primeras semanas tras el nacimiento de un bebé y el primer año de vida del mismo.
Se trata de un problema bastante común entre las mujeres en edad fértil que puede repercutir seriamente tanto en su propia vida como en la de su recién nacido. Entre un 10 – 15% de las madres tras el parto sufren una depresión en mayor o menor grado y ésta se va caracterizar por la presencia de:
- Sentimientos de tristeza, ansiedad o vacío
- Cambios bruscos en el estado de ánimo: se puede mostrar irritabilidad, ganas de llorar y momentos de gran euforia.
- Pesimismo, desesperanza
- Insomnio, fatiga y falta de energía
- Dificultad para concentrarse, recordar detalles, y para tomar decisiones
- Aislamiento social y familiar
- Miedo a autolesionarse o lesionar al bebé
¿Por qué se produce la depresión postparto?
Las causas detrás de la depresión postparto pueden ser muy variadas. No existe una causa única conocida sino más bien, ésta parece ser el resultado de una combinación de factores hormonales, psicosociales, genéticos, etc.
A nivel físico, los niveles de ciertas hormonas normales del embarazo van a disminuir de forma brusca tras el parto. Esta adaptación hormonal, afecta a la producción normal de neurotransmisores cerebrales relacionados con nuestro estado de ánimo.
Además de los cambios que se van produciendo en la mujer, tenemos que añadir los nuevos cambios producidos en su vida como por ejemplo, el tener que cuidar 24 horas al bebé, la falta de sueño, las responsabilidades en el hogar, la falta de tiempo libre para socializar, el cuidado de otros hijos mayores, etc.
Factores de riesgo asociados a la aparición de una depresión postparto
- Haber padecido ansiedad/depresión durante el embarazo
- Tristeza postnatal o Baby blues persistente
- Historia de depresión anterior
- La exposición a factores estresantes (falta de sueño, bebés en llanto constante, etc.)
- Eventos adversos como una pérdida perinatal o sufrir un parto muy traumático.
- Problemas de pareja
- Falta de apoyo socio-familiar
- Mujeres con problemas de fertilidad y/o dificultades para conseguir embarazo de forma natural.
¿Se puede prevenir la depresión postparto?
A pesar de que en los últimos años se han propuesto medidas muy diversas para prevenir el desarrollo de la depresión postparto (como por ejemplo la administración de determinados suplementos en la dieta como el selenio o los ácidos grasos), la mayoría no han demostrado ser suficientemente efectivos.
Según investigaciones recientes, lo único que parece reducir de forma significativa el número de depresiones en el postparto es el someterse a determinadas intervenciones psicosociales desde el nacimiento del bebé. En estas intervenciones se pueden incluir por ejemplo las visitas en casa por parte de los profesionales sanitarios tras el parto, el poder tener asistencia telefónica cuando se necesite y/o la psicoterapia interpersonal (de forma individual o en grupo).
¿Cómo saber si tengo depresión postparto?
Se trata de una complicación que a veces no es fácil de detectar. Los síntomas de la depresión frecuentemente se atribuyen a las molestias típicas y a la vulnerabilidad emocional del embarazo y por tanto, o bien no se comunican al personal sanitario o simplemente se les suele restar importancia.
Durante los controles y las visitas tras el parto, es importante comunicar al personal si existen dificultades de afrontamiento de la maternidad y/o existen signos/síntomas que puedan hacer sospechar el desarrollo de una depresión. No tengas vergüenza, es algo normal y frecuente y no siempre hay que sentirse feliz por el hecho de haber tenido un bebé.
Me siento deprimida, ¿qué puedo hacer?
Si tienes una depresión postparto seguramente te sientas exhausta, indefensa y/o desesperanzada. Es importante que se lo comuniques a tu pareja o algún otro familiar para que te ayude y para que puedan buscarte ayuda.
Es importante que te des cuenta de que estos sentimientos son parte de la depresión y no reflejan con exactitud las circunstancias reales. A medida que comiences a reconocer tu depresión, y comiences con un tratamiento, los pensamientos negativos desaparecerán y te encontrarás mejor. Algunos consejos que pueden ayudarte:
- Practica actividades o ejercicios físicos a ser posible, al aire libre.
- Asígnate metas realistas. Divide las tareas grandes en tareas pequeñas, establece algunas prioridades, y haz lo que puedas cuando puedas.
- Trata de pasar tiempo con otras personas y elige una amiga(o) o familiar de confianza como confidente. Trate de no aislarse y deja que los demás te ayuden.
- Ve al cine o a algún otro evento o actividad con la que suelas disfrutar.
- Aplaza las decisiones importantes hasta que te sientas mejor. Habla sobre tus decisiones con otras personas que te conozcan bien y tengan una visión más objetiva de su situación.
- Si crees que tu estado de ánimo te impide brindarle al bebé los cuidados que necesita, no te agobies y deja que algún familiar, amiga, etc. te ayude a cuidarlo hasta que te sientas con más animo.
- Si estas dando lactancia materna a tu bebé, intenta no dejarla bruscamente. El cese de la lactación puede empeorar la depresión por el descenso de ciertas hormonas como la oxitocina (que disminuye la respuesta al estrés y ayuda a integrar las interacciones psicológicas entre la mamá y el recién nacido).
¿Cómo se cura la depresión tras el parto?
Muchas personas con una enfermedad depresiva nunca buscan tratamiento, sin embargo, al igual que con muchas enfermedades, mientras más pronto se trate más efectivo será el tratamiento y menos probabilidades habrá de que se repita en un futuro.
La mayor parte de quienes la padecen necesitan tratamiento para mejorar y este dependerá del tipo/grado de depresión que presente. Para los casos leves/moderados, asistir a sesiones de psicoterapia es más que suficiente pero en casos más graves, se tendrán que combinar algún tratamiento farmacológico.
Las sesiones de psicoterapia pueden incluir terapias cognitivo-conductual o terapias interpersonales. Las terapias cognitivo-conductuales ayudan a las madres a cambiar sus estilos negativos de pensamiento y de comportamiento que puedan estar contribuyendo a su depresión. Sin embargo las terapias interpersonales ayudan a las mamás a entender y resolver las relaciones personales problemáticas que puedan estar causando o empeorando su depresión.
¿Qué consecuencias puede tener la depresión postparto en la vida de una mujer?
El sufrimiento que causa la depresión postparto puede afectar a la vida de la mujer tanto a nivel físico como a nivel psicológico, afectivo, social y familiar. Una depresión puede ser un detonante para que se produzcan enfermedades más graves, que se inicie el abuso de sustancias ilícitas, que se deteriore el autocuidado personal o (en el peor de los casos), que se produzcan ideaciones suicidas y suicidio.
Las consecuencias de la depresión postparto no solo afectan a la mujer sino al entorno familiar, a la pareja y sobretodo, al propio recién nacido. Multitud de estudios han relacionado que aquellos bebés cuyas madres sufren de depresión en el puerperio, interactúan de forma diferente con ellos.
Estos bebés perciben esa falta de afecto y de respuesta materna mostrándose menos afectivos, más adormilados e irritables y menos interesados en su propio entorno. Según diversas investigaciones, los efectos de la depresión postparto son también a largo plazo pudiendo afectar al desarrollo futuro del bebé. A nivel materno, Afecta a las relaciones de pareja y a la vida sexual de la mujer.
Si tengo depresión postparto ¿debo abandonar la lactancia?
Ni la depresión ni su tratamiento requieren que se abandone la lactancia materna. Aunque el hecho de que una madre amamante a su bebé es considerado por algunos profesionales como un obstáculo al tratamiento de la depresión en realidad, esta postura no está basada en evidencias científicas. Los beneficios de la lactancia materna son tan amplios y superiores a los de la lactancia artificial que la lactancia debe ser considerada como un instrumento terapéutico más en el tratamiento de la depresión, en vez de como un obstáculo.
Si en el tratamiento de la depresión se precisa tomar algún medicamento, tu matrona o especialista deben evaluar si la medicación es compatible con la lactancia y/o puede afectar al bebé. Algunos ansiolíticos y antidepresivos son seguros emplearlos durante la lactancia, otro no, aunque siempre se valorará el riesgo-beneficio del tratamiento.
Actualizado 29/11/2015
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