La vitamina D probablemente sea uno de los micronutrientes más singulares e importantes de nuestro organismo. Entre sus funciones principales se encuentran algunas tan relevantes como el participar en la formación y el mantenimiento de los huesos, el intervenir a nivel del sistema nervioso e inmunológico o el permitir la absorción de algunas sustancias esenciales como el calcio o el fósforo.
Son cuantiosas las investigaciones que, a lo largo de los años, han estudiado los efectos que tiene la falta de vitamina D para nuestro cuerpo. A nivel general, la población que presenta déficit de vitamina D presenta huesos más delgados y frágiles pero también va a presentar un riesgo más elevado de problemas como la diabetes, enfermedad inflamatoria intestinal, hipertensión, problemas autoinmunes así como determinados tipos de cáncer.
Durante el embarazo los niveles de vitamina D van aumentar ligeramente, sobretodo a partir del segundo y tercer trimestre, con el objetivo de que nuestro cuerpo pueda absorber más calcio para poder formar los huesos del bebé. Una falta de esta vitamina no solo puede poner en peligro el desarrollo adecuado del sistema musculoesquelético del feto sino que puede aumentar el riesgo de que se produzcan algunas alteraciones y complicaciones propias del embarazo.
Beneficios de la Vitamina D durante el embarazo
Diversos estudios han aportado pruebas de que las mujeres embarazadas que toman suplementos de vitamina D (solos o combinados con calcio) de forma regular durante el embarazo presentan menor riesgo de complicaciones como pre-eclampsia o el tener un parto prematuro. En esta línea, aunque todavía los resultados no son concluyentes, también se ha observado que aquellas mujeres con niveles adecuados de esta vitamina presentan menor riesgo de diabetes gestacional.
Los beneficios que aporta la vitamina D no son exclusivos del proceso del embarazo sino que se extienden hasta el futuro próximo de la mujer ya que a largo plazo, aquellas que durante el embarazo toman cantidades adecuadas de calcio y de vitamina D tienen menos probabilidades de desarrollar problemas óseos como la osteoporosis.
A nivel fetal, los beneficios de tener unos niveles adecuados de esta vitamina se reflejan en un menor riesgo de parto prematuro y/o de tener un recién nacidos con bajo peso al nacer en comparación con aquellas mujeres que presentan carencias de esta vitamina.
¿De dónde obtenemos la Vitamina D que necesitamos?
Nuestro cuerpo obtiene esta valiosa vitamina de dos fuentes principales: de los alimentos que ingerimos y de la exposición de nuestra piel a la luz del sol, siendo esta última la más importante (de donde obtenemos entre el 60-80%). Es importante destacar que nuestra piel regula la producción de esta vitamina y que factores como el color de la piel o el uso de protección solar (aunque solo sea de factor 8) pueden interferir en su formación.
A través de la dieta, nuestro cuerpo obtiene una cantidad muy limitada de vitamina D pese a que hoy por hoy existen muchos alimentos fortificados con este nutriente. Los principales alimentos que contienen vitamina son el aceite de hígado de bacalao, los pescados grasos (ya sean frescos, ahumados o en conserva), la yema de los huevos, hongos (champiñones y setas), las carnes así como algunos alimentos fortificados (como algunas leches, zumos, cereales…).
¿Qué cantidad de Vitamina D necesito si estoy embarazada?
Las cantidades de vitamina D pueden variar en función de la mujer, de la zona donde viva, del tipo de dieta que realice, etc. Según diversos estudios, la mayoría de las mujeres adultas tienen niveles suficientes de vitamina D haciendo una dieta equilibrada y con una exposición regular a la luz solar sin embargo, se ha observado como en zonas de la costa mediterránea (donde abunda el sol y la buena dieta) también existen porcentajes altos de falta de ésta vitamina.
A nivel internacional, las sociedades científicas difieren sobre cuál es la cantidad de vitamina D recomendada durante el embarazo pues las necesidades varían de un país a otro o de un tipo de población a otra. Según la Organización Mundial de la Salud, las necesidades de vitamina D durante el embarazo están entre 5 y 10 μg/día (o lo que es lo mismo, entre 200 y 400 UI/día).
¿Es necesario tomar suplementos de Vitamina D durante el embarazo?
En este sentido podemos encontrar datos contradictorios. Si durante el embarazo aumentan en nuestro cuerpo de forma fisiológica los niveles de vitamina D, hacemos una dieta equilibrada y completa y nos aseguramos una exposición regular y controlada a la luz solar ¿verdaderamente necesitaríamos un suplemento de vitamina D?. Pues la respuesta es sí.
Según diversas investigaciones, una dieta equilibrada no es suficiente para captar la cantidad de vitaminas que necesitamos. Por otro lado, aunque vivamos en zonas donde el sol está asegurado, se han observado en multitud de trabajos científicos cómo en estos sitios también existe un déficit considerable de esta vitamina. Por ejemplo, en un estudio realizado países soleados como Arabia Saudí, Australia, Turquía e India entre el 30 – 50% de los niños y adultos presentaban niveles de deficiencia de vitamina D.
En la actualidad, existen múltiples preparados en el mercado que cubren con las necesidades mínimas aconsejadas de micronutrientes durante el embarazo. Aunque la mayoría de estos polivitamínicos cuentan con 5 μg de vitamina D, no todos pueden llevarlo por tanto sería importante asegurarnos usar un suplemento lo más completo posible. Según las recomendaciones a nivel internacional, usando un suplemento de vitamina D, realizando una dieta adecuada y exponiéndose a la luz solar de forma controlada y regular (si es posible) nuestras necesidades durante el embarazo estarían cubiertas.
Vitamina D en situaciones especiales
Algunas circunstancias como vivir en zonas con poca exposición solar, áreas con gran contaminación ambiental o el seguir determinadas dietas (como las dietas vegetarianas estrictas) son circunstancias que pueden disminuir la cantidad de vitamina D que producimos o absorbemos y pueden que precise un suplemento mayor. En situaciones los suplementos de Vitamina D deben de ser mayores, recomendándose unos 10 μg o 400 UI día.
Igualmente, factores como la edad, la obesidad, la raza (raza negra o de piel muy oscura) y las personas celíacas o con problemas intestinales pueden tener dificultades para obtener la cantidad de vitamina D que necesitan tan solo con la exposición al sol y la alimentación. Por tanto, ante alguno de estos factores, consulta con tu especialista.
¿Es peligroso el exceso de Vitamina D durante el embarazo?
La carencia de vitamina D puede ser perjudicial para la salud, pero su consumo excesivo también. Concentraciones elevadas de esta vitamina en sangre puede producir (tanto en embarazadas como en la población en general) problemas como náuseas, vómitos, pérdida de apetito, problemas a nivel renal o debilidad. La mayoría de las intoxicaciones por exceso de vitamina D se deben por abusar de componentes vitamínicos pues, la exposición al sol, aunque sea prolongada la autolimita el cuerpo.
En mujeres embarazadas, cantidades elevadas de esta vitamina pueden poner en riesgo a nuestro bebé en desarrollo, pudiendo causarle malformaciones a nivel del sistema cardiovascular y/o retraso mental. Aunque las fuentes bibliográficas difirieren en el límite máximo recomendado de Vitamina D, no se recomienda tomar cantidades superiores a 2000 UI/día (o 50 μg/día).
>Si te ha gustado este artículo, te recomendamos que leas sobre alimentación saludable durante el embarazo.
- BIBLIOGRAFIA
- De-Regil LM, Palacios C, Lombardo LK, Peña-Rosas JP. Vitamin D supplementation for women during pregnancy. Cochrane Database of Systematic Reviews 2016, Issue 1. Art. No.:CD008873. DOI: 10.1002/14651858.CD008873.pub3
- Aranceta Batrina J, Haya Palazuelos J. Calcio y Vitamina D en el embarazo y lactancia, 2012. Madrid – Sociedad Española de Nutrición Comunitaria.
- Delmiro Magdalena A. Vitamina D – Calcitriol. AEBM XIII Jornada Interhospitalaria Metabolismo Fósforo-Calcio, 2008. Servicio de Bioquímica del Hospital 12 de Octubre de Madrid. Disponible aquí.
- López Rodríguez MJ, Sánchez Méndez JI, Sánchez Martínez MC, Calderay Domínguez M. Suplementos en embarazadas: controversias, evidencias y recomendaciones. Inf Ter Sist Nac Salud 2010; 34: 117-128. Disponible aquí.
- Lerchabaum E, Obermayer-Pietsch B. Vitamin D and fertility: a systematic review. European Journal of Endocrinology 2012; 166:765-778.
- Hollis BW. Randomised controlled trials to determine safety of Vitamin D supplementation during pregnancy and lactation. In: Fourteenth Workshop on Vitamin D. Brugge, Belgium, 2009.