El embarazo es una etapa que, aunque se considera normal y fisiológica, precisa de un seguimiento específico por parte de los profesionales sanitarios. Los controles durante el embarazo tienen como objetivo no solo asegurar el buen desarrollo de la gestación sino también prevenir, detectar y tratar de forma precoz cualquier incidencia que pueda surgir durante su transcurso.
Un buen control del embarazo incluye una serie de consultas, pruebas y exámenes rutinarios que deben realizarse, dependiendo de cada caso, en unos plazos de tiempo concretos conforme al trimestre en el que nos encontremos. Si las pruebas/exámenes se realizan fuera de estos plazos puede que no nos aporten la misma información que si se realizan cuando son recomendados.
Pese a que no es lo mismo el control de embarazo normal de uno de alto riesgo, existen una serie de consultas y pruebas comunes a todos los embarazos. A continuación en Matterna os los explicamos paso a paso.
¿Cuántas consultas deben realizarse durante el embarazo?
El número óptimo de visitas se establece en función de los factores de riesgo y de la evolución del propio embarazo. No es lo mismo el seguimiento del embarazo de una mujer que está embarazada por primera vez, que no tiene enfermedades previas y/o que lleva un estilo de vida saludable que por ejemplo, el de una mujer que sea diabética, que padezca epilepsia o que haya sufrido alguna complicación en embarazos anteriores. Es por ello por lo que cada caso debe ser tomado en consideración de forma individual.
Tan pronto como sospeches o confirmes que estás embarazada, debes ponerte en contacto con tu médico o matrona para que te incluyan dentro de un programa de seguimiento de embarazo. Aunque los programas de control de la gestación pueden variar en algunas cuestiones de una zona a otra o de un país a otro, por lo general, una mujer sin factores de riesgo y cuyo embarazo evoluciona sin complicaciones debe acudir a la consulta con la siguiente periodicidad:
- Hasta la semana 36, una visita al ginecólogo/matrona cada 4 – 6 semanas.
- De la semana 37 a la fecha probable de parto (semana 40 de embarazo), cada 1 a 2 semanas.
- A partir de la fecha probable de parto, es decir, a partir de las 40 semanas, de 1 a 3 consultas por semana hasta el momento del parto.
En base a esto, un buen control de un embarazo normal conlleva de 7 a 10 consultas prenatales. En el caso de que se detecten complicaciones médicas u obstétricas, se realizará una vigilancia más estrecha aumentando la frecuencia de las mismas.
Ante una mujer sin factores de riesgo y con una evolución del embarazo normal, diversos estudios e informes al respecto han demostrado que el realizar más consultas no aporta mayores beneficios ni mayor información sobre el proceso.
¿Quién realiza el seguimiento de tu embarazo?
En el control de un embarazo normal van a estar involucrados diversos tipos de profesionales sanitarios. Aunque los ginecólogos y las matronas son los especialistas en la materia y son quienes deben coordinar tu seguimiento, las visitas incluyen a otros profesionales como por ejemplo los médicos de familia.
El control prenatal en mujeres con embarazos de riesgo o ante problemas específicos incluirá a los profesionales sanitarios en cada caso (endocrinos, trabajadores sociales, fisioterapeutas, etc.)
La continuidad de cuidados por parte del mismo equipo de profesionales es esencial. Aunque es normal ser atendida a lo largo de los nueves meses de embarazo por diversos profesionales, que el equipo de ginecólogos y matronas que te ve, sea siempre el mismo favorece un mejor control de tu embarazo y presenta unos índices de satisfacción mayores.
Ecografías, analíticas y controles durante el embarazo
Durante el embarazo es necesario realizar una serie de controles y pruebas complementarias para evaluar tanto tu estado de salud como el del bebé en desarrollo. Los controles van a incluir básicamente pruebas analíticas (tanto de sangre como de orina), cultivos, ecografías y el control de otros parámetros como la tensión arterial o la ganancia de peso. A continuación os resumimos brevemente algunos de los principales:
Ecografías durante el embarazo
Tan pronto como se confirma la presencia de un embarazo viable se van a planificar varios controles ecográficos, como mínimo, uno por trimestre. Estos controles se pueden realizar tanto por vía vaginal como por vía abdominal, dependiendo de las semanas de gestación que estemos.
Aunque el objetivo de cada ecografía es diferente, la finalidad siempre va ser comprobar el buen desarrollo de la gestación y del bebé a lo largo de sus diferentes etapas. Por ejemplo, la ecografía del primer trimestre sirve para confirmar y datar la edad gestacional de la que estamos. La del segundo trimestre (alrededor de la semana 20) tiene como objetivo principal examinar el adecuado desarrollo y formación de los distintos órganos del feto así como la existencia o ausencia de posibles malformaciones.
Por ultimo, la ecografía del tercer trimestre, fundamentalmente, nos informa del crecimiento bebé, del estado de la placenta, de la cantidad de líquido amniótico así como de la posición del feto de cara al momento del parto.
Analíticas de sangre y orina durante el embarazo
Durante el embarazo es necesario realizar al menos tres analíticas de sangre y orina. A través de éstas, se va a evaluar el estado de salud de la madre, se previenen determinadas enfermedades/complicaciones del embarazo (como los problemas tiroideos o la diabetes gestacional), se van a realizar diversos cribados (como el screening del primer trimestre para evaluar el riesgo de síndrome de Down así como de otras alteraciones cromosómicas) y se van a detectar enfermedades infecto-contagiosas que podamos portar sin que lo supiéramos hasta la fecha (como por ejemplo el VIH, la rubéola, la toxoplasmosis, la sífilis o la hepatitis B).
Además de estos análisis de orina y sangre, durante el tercer trimestre se va a realizar un cultivo recto-vaginal con el fin de detectar con antelación al nacimiento del bebé, la presencia del estreptococo del grupo B.
Otros controles y exploraciones
En cada visita o consulta del embarazo es necesario controlar una serie de parámetros como:
- Latido fetal: Se realiza una auscultación del latido fetal mediante un Doppler externo. A través de este podemos escuchar el latido del bebé, comprobar su frecuencia y detectar si el patrón está dentro de los valores normales.
- Tensión arterial: El control de la tensión arterial tiene como objetivo detectar posibles aumentos en la misma que puedan sugerir el desarrollo de complicaciones graves como la pre-eclampsia.
- Control del peso: conocer el peso de la madre, así como la evolución de éste durante el embarazo nos aporta un dato importante. Las mujeres embarazadas con un índice de masa corporal elevado y/o con una ganancia de peso muy escasa o excesiva durante la gestación tienen mayor riesgo de desarrollar complicaciones como la diabetes gestacional, hipertensión en el embarazo o el que se desencadene un parto de forma prematura.
- Altura uterina: aunque no todos los estudios apuntan a su fiabilidad, la estimación de la altura del útero, mediante la medición de la barriga nos ayuda a detectar alteraciones en el crecimiento del feto o la cantidad de liquido amniótico.
- Otras exploraciones como la citología cervical, el examen de la pelvis o la exploración del pecho no aporta mayores beneficios en el control del embarazo por tanto, no son necesarias realizarlas de rutinaria excepto en casos concretos.
Una de las mejores fuentes de información
Durante los nueve meses de embarazo es normal que te surjan cientos de dudas. Qué puedo comer, qué ejercicios puedo seguir haciendo, cuándo podré solicitar mi baja de embarazo, etc.… Las visitas con tu matrona/ginecólogo son un momento esencial para poder satisfacer tus dudas, miedos y preguntas.
Pese a que en todas las visitas vas a recibir mucha información, es muy importante prepárarte adecuadamente realizando una buena educación maternal. Infórmate de los cursos de preparación al parto disponibles en tu zona, esenciales para informarte y aconsejarte para seguir un embarazo saludable, afrontar el parto con la información que necesitas y aprender a manejarte en los cuidados del recién nacido o en el proceso de lactancia.
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- BIBLIOGRAFIA
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- National Institute for Health and Clinical Excellence (2008) Antenatal care. NICE Clinical Guideline 62. Last modified: June 2010. Disponible aquí.
- González Sanz JD [editor coord.] y col. (2014) Guía orientadora para la preparación al nacimiento y crianza en Andalucía. Sevilla – Consejería de Igualdad, Salud y Políticas Sociales
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- Grupo de trabajo de la Guía de práctica clínica de atención en el embarazo y puerperio (2014) Guía de práctica clínica de atención en el embarazo y puerperio. Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad. Agencia de Evaluación de Tecnologías Sanitarias de Andalucía. Guías de Práctica Clínica en el SNS: AETSA 2011/10