Durante los nueve meses de gestación se van a producir multitud de cambios en nuestro cuerpo, cambios que van a alterar en mayor o menor grado el funcionamiento normal de prácticamente todos nuestros aparatos y sistemas. Conforme se va desarrollando el embarazo, nuestro organismo se va a ir adaptando poco a poco a estos cambios produciendo en muchos casos, algunas molestias o problemas considerados como “normales” durante este periodo. Saber reconocer y diferenciar cuándo estas alteraciones dejan de estar dentro de la normalidad es un aspecto vital por ello, debemos aprender a detectar los signos de alarma durante el embarazo y en el caso de que aparezcan, consultarlo con vuestro ginecólogo o matrona.
Signos de alarma que pueden suceder durante el embarazo
Fiebre
Aunque la temperatura basal durante el embarazo puede estar ligeramente aumentada, cifras por encima de 38ºC no se consideran normales y son sugerentes de que se está desencadenando algún proceso infeccioso. Las causas pueden ser muy diversas pero en cualquier caso, siempre debes consultar con tu especialista.
Pérdidas de líquido
Independientemente de las semansas de gestación en las que te encuentres, ante la sospecha de una fisura o rotura de la bolsa (sobretodo si el líquido se encuentra teñido de color marrón/verdoso o éste contiene mucha sangre), debes acudir a las urgencias de tu centro hospitalario para valorar si dichas pérdidas son o no procedentes de la bolsa amniótica.
Sangrado
Se considera uno de los principales signos de alarma durante el embarazo ya que cualquier sangrado que se produzca debe ser evaluado independientemente del trimestre de embarazo en el que te encuentres. Las causas pueden ser múltiples y la celeridad de la consulta dependerá obviamente de la cantidad de sangre y/o de si se acompaña de otros signos como dolor intenso de barriga. Si el manchado es como el que se produce en los primeros días de la menstruación, acude inmediatamente a las urgencias de tu hospital o clínica de referencia.
Dolor de cabeza muy intenso
Las cefaleas o dolores de cabeza pueden tener causas muy diversas durante el embarazo: los cambios hormonales, sinusitis, cansancio, deshidratación, etc. Cuando estos dolores tienen un inicio muy repentino o el dolor es muy severo, se debe descartar la presencia de otros problemas, como por ejemplo, la tensión arterial elevada.
Dolor abdominal no asociado a contracciones
El dolor abdominal es una de las molestias más frecuentes en el embarazo. Probablemente, casi todas las mujeres en algún momento durante los nueve meses van a notar dolor en esa zona por un motivo u otro. Sin embargo, el que las molestias abdominales sean frecuentes en este periodo no quita que haya que valorar su posible causa. Cualquier dolor en la zona del abdomen, diferente al producido por las contracciones (es decir que sea contínuo y/o que no relaje la barriga), debe ser consultado si no cede o es muy intenso para valorar la causa.
Si no notas moverse al bebé
No sentir los movimientos fetales a partir del 5º mes de embarazo no es normal. Los movimientos fetales nos proporcionan una información importante sobre el bienestar del feto y, por lo tanto, son un signo positivo de que el bebé se encuentra bien. Si tienes dudas sobre si el bebé no se está moviendo como de costumbre, tumbate de lado, toma algún líquido frío y azucarado (zumo, batido, etc) y mantente un rato relajada prestando atención a los movimientos. En la mayoría de los casos, el bebé responderá al estímulo y se moverá, aunque sea sutilmente. Si pese a esto sigues sin percibir los movimientos del feto, acude a tu ginecólogo o matrona para que valoren el bienestar del feto.
Vómitos recurrentes y pérdida de peso
Aproximadamente el 50% de las embarazadas sufre nauseas y/o vómitos durante el primer trimestre de gestación. Cuando esto vómitos son muy severos, persisten por encima del primer trimestre del embarazo y/o afectan al estado general, dejan de considerarse como náuseas normales del embarazo. Los vómitos patológicos pueden afectar gravemente a la salud de la madre y precisan ser tratados de forma adecuada para evitar complicaciones como la deshidratación.
Aumento de la tensión arterial
La tensión arterial puede sufrir pequeñas oscilaciones a lo largo del embarazo pero nunca debería superar los 140/90 mm Hg. Si ante un control de tensión rutinario tienes cifras muy superiores a éstas debes acudir a tu clínica/hospital de inmediato. Si por el contrario las cifras son ligeramente altas, guarda reposo y comprueba varias veces espaciadas en el tiempo tu tensión. Si las cifras no bajan o se presentaran además signos y síntomas como dolores de cabeza, alteraciones en la visión, dolor fuerte en la zona del estómago o edema (hinchazón) generalizado, consúltalo con tu especialista.
Alteraciones visuales importantes
Algunos procesos patológicos asociados al embarazo, como la pre-eclampsia, pueden cursar con alteraciones en la vista como por ejemplo la sensación de luces o destellos, sensación que puede percibirse incluso manteniendo los ojos cerrados. Ante la presencia de estas alteraciones visuales, comprueba si puedes tu tensión arterial y consultatlo con tu ginecólogo o matrona.
Molestias al orinar
Percibir molestias al ir al baño para orinar no es normal, ni si quiera durante el embarazo. Este síntoma suele manifestarse ante la presencia de una infección de orina y puede ir acompañado de sensación de no haber vaciado la vejiga tras ir al baño, necesidad urgente por ir a orinar y/o ante la presencia de una orina turbia y maloliente. Ante la sospecha puedes acudir a tu matrona o médico de cabecera para descartar la infección mediante un análisis de la misma.
Sensación de mareo o vértigos
Problemas para respirar adecuadamente
Aproximadamente el 50-70% de las embarazadas refiere disnea o dificultad para respirar leve durante el segundo/tercer trimestre del embarazo. Este hecho es normal a consecuencia de los múltiples cambios que se van a producir en el sistema respiratorio (cambios mecánicos, hormonales, etc) Sin embargo, la dificultad para respirar puede deberse a que se estén desarrollando enfermedades respiratorias agudas o a cuadros más serios. Si la sensación de ahogo es de aparición repentina o llega a comprometerte seriamente, debes consultarlo con tu especialista.
Hinchazón generalizada
El edema (sobretodo en los miembros inferiores) es muy habitual durante el embarazo en especial, al final del día o en épocas de mucho calor. Si el hinchazón se produce en zonas diferentes a pies y tobillos, es de aparición repentina y/o no mejora con el descanso nocturno, debe consultarse con el especialista.
Sensación de malestar general
Cambios anormales en la cantidad y el tipo de flujo vaginal
Durante el embarazo el aspecto, la textura y la cantidad de flujo vaginal va a ir cambiando de un trimestre a otro. Si el flujo es de aspecto blanquecino (aspecto grumoso), no presenta mal olor y no va acompañado de otros síntomas como molestias en la zona, irritación o picor, podemos considerarlo como normal (aunque sea abundante). Sin embargo, si el aspecto o la cantidad es anormal puede que se esté desarrollando una vaginitis, una candidiasis y/o una vaginosis bacteriana por tanto, ante la duda, consúltalo con tu especialista.
Picor severo
Los cambios que se van produciendo en el embarazo pueden provocar que en ocasiones se perciba picor en la zona del abdomen y en el pecho especialmente. Si la sensación de picor es severa o más generalizada, especialmente en el tercer trimestre de embarazo y/o lo notas sobretodo en manos y pies o por la noche, es necesario descartar la presencia una enfermedad que afecta al embarazo conocida como colestasis.
Contracciones dolorosas y frecuentes antes de las 37 semanas de gestación
La presencia de contracciones molestas, regulares y frecuentes (al menos 2 contracciones cada 10 minutos) puede ser un signo de que el proceso del parto se está iniciando. Si nos encontramos a término, se considera normal pero percibir estas contracciones antes de las 37 semanas podría desencadenar un parto prematuro.
Estos signos de alarma durante el embarazo comentados deben ser consultados con mayor o menor urgencia dependiendo de la gravedad y del estado de la madre. Ante la duda, más vale una visita en vano a tu clínica u hospital que pasar desapercibida una manifestación de un problema que puede llegar a ser grave para ti, para tu bebé o para el desarrollo del embarazo.
- BIBLIOGRAFIA
- Agreda Peiró E, Aramburu Elósegui M, Astrain Elizalde N y col. Cuídale, cuidándote – Guía sobre embarazo, parto y lactancia. Asociación Navarra de Matronas (ANAMA). Gobierno de Navarra, ed. 2009
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- Department of Health. The pregnancy book, 2009. Public Health Agency. Disponible aquí
- Marshall JE, Raynor MD. Myles Textbook for Midwives (16th edition), 2014. Edinburgh – Churchill Livingstone.