¿Qué es el Estreptococo de Grupo B?
El estreptococo del grupo B, también conocido como estreptococo beta-hemolítico o EGB, es una bacteria que habita de forma natural en una de cada cuatro personas sanas. Mujeres, hombres y niños pueden ser portadores de ésta sin que ello represente un problema para su salud ni muestre ningún síntoma al respecto. Esta bacteria usualmente habita en el intestino, así como en la vagina y la uretra. En la actualidad se desconoce por qué algunas personas la portan y otras no, pero lo que sí se conoce es que puede transmitirse con las relaciones sexuales.
Ser portadora del EGB no es algo permanente. Su colonización puede variar con el tiempo, pudiendo ser positiva en un momento de tu vida y negativa en otro. En mujeres no embarazadas, la colonización por EGB puede producir infecciones de orina u otros problemas en el tracto urinario, aunque no son muy comunes.
En el momento del expulsivo, entre 1 -2% adquieren una infección. Como el sistema inmunitario del recién nacido no es lo suficientemente maduro como para hacer frente a esta colonización, la infección por EGB puede desencadenar en cuadros de diversa gravedad, de ahí la importancia de su correcto tratamiento preventivo.
¿Cómo puede afectar a mi embarazo el ser portadora del EGB?
En la mayoría de los casos, ser portadora de esta bacteria no tiene por qué afectarte ni a ti, ni a la evolución normal de tu embarazo. Sin embargo, portar dicha bacteria se ha asociado a problemas como infecciones del tracto urinario, abortos espontáneos, la rotura prematura de las membranas o infecciones del líquido que rodea al bebé.
El problema de tener el Estreptococo del grupo B en el embarazo radica en que ésta bacteria es una de las principales causantes de sepsis precoz en los recién nacidos, por lo que saber si eres portadora o no antes del parto es crucial. La transmisión de esta bacteria al bebé suele suceder por contacto directo en el momento del parto, donde aproximadamente el 50% de los recién nacidos se colonizan con la misma.
La mayoría de los bebés contagiados con esta bacteria no tienen por qué presentar problemas de salud, pero aproximadamente 1 – 2% desarrollan infecciones asociadas a esta bacteria en los primeros días de vida, en forma de neumonías o meningitis; se ha observado que más del 30% de los recién nacidos contagiados por EGB presentarán problemas irreversibles a largo plazo como sordera, retraso mental o parálisis, y una minoría de estos podrían desarrollar infecciones graves generalizadas (septicemia) e incluso la muerte.
Factores que aumentan el riesgo de infección de Estreptococo del grupo B
Independientemente de si eres portadora o no, se han reconocido algunas situaciones que aumentan la probabilidad de que un bebé recién nacido pueda contagiarse por esta bacteria.
- Si has sido portadora de EGB en un embarazo anterior
- Si has tenido anteriormente un bebé que se haya infectado por el EGB
- Si presentaras dicha bacteria en orina en cualquier momento durante este embarazo.
- Si tu bebé naciera antes de las 37 semanas (parto prematuro) o tuviera a término menos de 2500 gramos
- La bolsa amniótica permanece rota más de 18 horas antes del nacimiento
- Si presentas fiebre durante el parto (≥ 38°C)
Ser portadora del EGB en este embarazo y contar con uno o varios de estos factores, aumenta el riesgo de infección por EGB en hasta 12 veces.
¿Cómo saber si soy portadora?
Para conocer si eres portadora de esta bacteria, existen dos métodos: a través de la orina y mediante la realización de un exudado de la entrada de la vagina así como de la zona perineal. La mayoría de los hospitales a nivel internacional recomiendan el cribado rutinario en todas las embarazadas mediante la prueba del exudado entre las 35 y las 37 semanas de gestación, como por ejemplo en España o en los Estados Unidos. Otros países, como Gran Bretaña, prefieren hacer un cribado selectivo, es decir solo a aquellas embarazadas que presenten algún factor de riesgo asociado (como los mencionados anteriormente).
Un exudado es simplemente una varilla con algodón en la punta, a modo de un bastoncillo de oído, pero de mayor tamaño. Realizar esta prueba no es nada molesto, simplemente se necesita frotar esta varilla por la zona requerida y mandar el exudado al laboratorio para su cultivo. El resultado para saber si eres portadora o no del estreptococo suele tardar un plazo de 24 – 48 horas, aunque hoy por hoy hay muchos hospitales que ya cuentan con un método ultrarrápido de detección de EGB. Mediante esta técnica, se pueden obtener resultados en menos de 1 hora.
Otra forma de conocer si estas colonizada por esta bacteria es a través de la orina. Si durante uno de los cultivos de orina de rutina apareciese esta bacteria, esto significa que estás altamente colonizada por la bacteria, lo cual supone un mayor riesgo de infección para el bebé y puede que precise medidas adicionales.
¿Qué pasa si el resultado es positivo?
Un resultado positivo no significa que tengas una infección o que tu bebé vaya a tenerla, solo indica que en el momento en el que el exudado fue tomado, eras portadora de dicha bacteria y que por tanto, deberás recibir tratamiento preventivo en el momento del parto. Entre el 10 y el 35% de las mujeres embarazadas tienen un resultado positivo al exudado del EGB en la vagina o el recto en algún momento durante el embarazo. No es culpa tuya ni es algo que puedas controlar.
Si el resultado positivo se ha obtenido en orina, serás tratada con antibióticos en ese momento y probablemente, a la hora del parto, ya que este indica que el nivel de colonización es mayor de lo normal. Mediante este tratamiento, disminuyen los niveles de bacteria de forma drástica, reduciéndose por tanto el riesgo de contagio al bebé.
¿Cómo y cuándo debo empezar el tratamiento?
Al ingreso en el hospital, el personal sanitario revisará tu historia clínica y dependiendo de tu edad gestacional, y de la causa de ingreso (en trabajo de parto, rotura de bolsa, etc.) actuará en consecuencia de acuerdo con el protocolo de su hospital.
Aunque los últimos estudios de investigación no llegan a ser del todo concluyentes, en la actualidad se recomienda el uso preventivo con antibióticos intravenosos para disminuir el riesgo de contagio al bebé. Según las distintas guías clínicas y las opiniones de los expertos, se recomienda iniciar dicho tratamiento cuando:
- Cultivo vaginal positivo al EGB en las 5 semanas previas al parto.
- Toda mujer en las que se detecte EGB en orina durante la gestación, independientemente del resultado del cultivo vaginal o rectal que se haya realizado, o aunque no se hubiera realizado el cribado.
- Toda mujer que haya tenido un hijo anterior con infección neonatal por EGB, igualmente con independencia del resultado del cultivo vaginal o rectal.
- Todos los partos con rotura prematura de membranas de más de 18 h cuando NO se disponga de los resultados del cultivo.
- Partos de menos de 37 semanas en los que se desconozca los resultados del cultivo.
Mediante el tratamiento antibiótico la probabilidad de que el recién nacido desarrolle infecciones precoces asociadas a esta bacteria se reduce entre un 65 y un 86%, en comparación con aquellos bebés de madres que no reciben antibióticos. La administración de antibióticos se restringe sólo a los casos en que existan indicaciones, con los fármacos y dosis recomendadas y durante el tiempo establecido.
¿Puede afectar el tratamiento del EGB a mi futuro bebé?
Los antibióticos usados en la prevención del estreptococo son altamente seguros tanto para las embarazadas como para sus futuros bebés. De cualquier modo, informa de si eres alérgica a cualquier medicamento al personal sanitario que te atienda, sobre todo si eres alérgica a algún antibiótico. En caso de serlo, el personal podrá optar por otras alternativas seguras para ti y para tu bebé.
Si nunca has recibido estos antibióticos existe el riesgo de que seas alérgica a ellos y que hasta el momento no lo supieras. Las reacciones alérgicas a los antibióticos pueden producir desde leves sarpullidos en la piel a problemas muy graves. Ante cualquier signo o síntoma que notases mientras te instauran el tratamiento, no dudes en comentárselo al personal sanitario que te esté atiendo en ese momento.
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